En realidad te hablo de ayer...
Hoy no era un día para entregarse a larutina
hoy era un día para sentarse a ver llover
para recordar que siempre existe un modo de refugiarse
aunque sea tan sólo agua lo que toque tu cabeza
Los viejos rostros siempre se reconocen
así sean los capítulos de sus vidas los que les destiñan el rostro
Los viejos rostros voltean la mirada, desean econocerte,
saben quien eres pero dudan hablarte...
Tal vez tampoco quieras escucharles...
Siempre el rumbo se ha dirigido hacia donde no hay tormenta,
donde siempre hay cosecha.
Parece que la brujula que se posee es buena.
En el bolsillo sólo lo justo para regresar a casa, no se requiere nada más.
Sólo se añora el destino permita devolver a mi brújula algo de lo poco conseguido con los pasos guiados