Cuando se trata de ver a través del vaso...
El vaso se llenó de vino tinto. Mientras en el fondo del mismo reposan los tres pesos y 8 centavos por los que se entrego la dignidad. El predicador bebe del vaso pero el vino sabe a tinta. Y en el vaso... sólo quedan los ocho centavos teñidos de azul.